Crespo indicó que “si no fuese por la Matanza no habría Cocido” y agradeció la implicación y el esfuerzo de los vecinos de la parroquia de Catasós que trabajaron de la mano del pedáneo Antonio Fernández y dio las gracias a la familia Amorín por ceder la casa; al concejal de Fiestas, José Cuñarro, y a los ediles que echaron también una mano; a la Diputación de Pontevedra representada por Belén Cachafeiro y al conselleiro de Educación, Ciencia, Universidades y FP por la colaboración de la Xunta.
Luisa Batán ejerció cómo primera mujer matachina de una Matanza Tradicional del Cerdo, en este ya cuarto de siglo desde que se viene celebrando.
Hubo una variada de representación de oficios tradicionales y hasta se coció pan en un horno tradicional que se le dio a probar a los visitantes.
También se acercó a la Matanza, Lalaina, la cerda hija del Queitano, que participará en el desfile de la 57ª Feria del Cocido el próximo domingo 23 de febrero.
Gúmer Portas y Daniel González Alén narraron en directo el desarrollo de la Matanza.
La XXV Matanza Tradicional, que tuvo lugar en la casa de Amorín, en Antuín, en la parroquia de Catasós, organizada por los vecinos de Catasós de la mano del pedáneo Antonio Fernández Fernández y del Ayuntamiento de Lalín, a través del edil de Fiestas y de zona, José Cuñarro, contó con una destacada participación de vecinos y visitantes, pese a la lluvia que cayó desde la primera hora, intensa, por momentos.
El alcalde, José Crespo, agradeció la implicación y disponibilidad de los vecinos de Catasós, del pedáneo, Antonio Fernández en la organización de esta XXV Matanza, en la que participaron más de 150 personas. Indicó que “si no fuese por la Matanza no habría Cocido”. También dio las gracias al edil de Fiestas, José Cuñarro, por su trabajo de coordinación así como a los ediles que echaron una mano. Agradeció a la familia Amorín (a la madre Obdulia y a los hermanos Manuel y Oliva) la cesión de la casa centenaria y de sus construcciones anexas para llevarla adelante. Dio las gracias también por el apoyo de la Diputación de Pontevedra, representada por la diputada Belén Cachafeiro, y de la Xunta de Galicia, en la persona del conselleiro de Educación, Ciencia, Universidades y FP, Román Rodríguez, en eventos relacionados con la 57ª Feria del Cocido.
La Matanza Tradicional comenzaba sobre las 11 de la mañana con la interpretación de piezas musicales por parte de Os Dezas de Moneixas que animaron a algunos vecinos ya al baile, para luego comenzar con los trabajos de la recreación de la Matanza y también de su narración en directo, a cargo del periodista de Radio Lalín, Gúmer Portas, y del Cronista Oficial de Lalín y Comendador del Cocido, Daniel González Alén, que acercaron a los visitantes aspectos historiográficos, etnográficos, culturales y hasta anecdóticos alrededor de este evento que está tan enraizado en nuestras tradiciones.
Matachina desde los 16 años
Ejerció por primera vez como matachina, una mujer, Luisa Batán, que tiene una larga tradición en el oficio puesto que lleva desempeñado este quehacer desde los 16 años. El cerdo fue un ejemplar lalaíno, hijo de madre celta y padre Duroc, semejante a los cerdos que se sacrificaban antiguamente en las casas gallegas, criado fuera y alimentado con bellotas y castañas, con propiedades óptimas hacia la sala de la carne y a la elaboración de chorizos que un ejemplar de menor edad.
Los hombres acarrearon en carro el cerdo hasta el enlosado de la casa donde se llevaron a cabo los trabajos de chamusque. Durante este tiempo también se acercó hasta Antuín (Catasós), de la mano de su dueño, Lalaina, la cerda hija del Queitano, que participará en el desfile de la 57ª Feria del Cocido el próximo domingo 23 de febrero.
Tras lo chamusque el cerdo fue llevado hasta el curro (patio central de las casas de labranza) donde se llevó a cabo el colgado y el pesado por parte del pedáneo de la parroquia, Antonio Fernández, con una balanza tradicional testimonió que pesaba 190 kilos. Posteriormente un “sacerdote” (caracterizado para la ocasión) bendijo el cerdo.
De sucesivo lo partieron y también prepararon la zorza, picaron la carne, hicieron chorizos, etc., proceso de recreación de la Matanza que finalizó pasada a una de la tarde.
Durante toda la mañana hubo representaciones de oficios tradicionales que sumaron un atractivo más al evento además de reunir muchas actividades y representaciones de oficios tradicionales como calceta, ganchillo, tapicería, palillería, afiladores, cosido o desgranado del maíz. Se coció pan en un horno tradicional que se dio a degustar entre los visitantes.
Al final, la gente se desplazó hasta la carpa donde está teniendo lugar la degustación de productos típicos de la Matanza: panceta, chorizos, pan, agua y vinos, además de un montón de sobremesas (filloas, orejas, cañas...), preparadas por las vecinas de Catasós. Por la tarde, actuó el Dúo Dilema.
La casa donde se desarrolló la Matanza fecha en origen del siglo XVIII y que tuvo la última reforma importante en 1850. Es por lo tanto una casa centenaria, con era empedrada, horno, alpendre acondicionado para labores diarias, curro, lar, corredor como había antiguamente en las casas de labranza, hórreo de tres claros (lleno de maíz) y amplio salido. Un inmueble muy idóneo para hacer la Matanza.
Asistieron además del alcalde, del conselleiro de Educación, de la diputada provincial Belén Cachafeiro, una destacada representación de concejales.